Hoy en día, los niños y niñas tienen muchísimas tareas que realizar: después del colegio tienen que realizar los deberes y luego tienen que asistir a distintas actividades y clases extraescolares. Por ello, nos hemos animado a escribir un artículo recomendando algunas actividades del mindfulness para niños como juego infantil.
Pero no empecemos la casa por el tejado, primero queremos aclarar algunos puntos importantes para no perdernos en la explicación.
Índice de contenido
¿Qué es el mindfulness para niños?
El mindfulness es un concepto que hace referencia a una filosofía de vida basada en la meditación y en la relajación. Por lo tanto, si nos ceñimos a la pregunta, podemos hablar de inculcar en los niños un estilo de vida centrado en controlar las emociones mediante el juego.
Esto cobra muchísima importancia en las sociedades actuales ya que nos hemos acostumbrado a ir con prisas y corriendo a todas partes sin disfrutar del camino, centrándonos solo en la meta.
El mindfulness reivindica la importancia de prestar atención al entorno; abriendo todos los sentidos y siendo conscientes de todos los estímulos del exterior.
La traducción más acertada del término en español es “conciencia plena”; haciendo referencia a este estado de concentración.
¿Cuál es el origen del mindfulness?
El mindfulness es una técnica que tiene sus orígenes en la meditación oriental y se cree que tiene su nacimiento en la frontera entre la India y Nepal.
Aunque pasó casi desapercibido en occidente hasta el siglo XIX cuando los británicos colonizaron la India y absorbieron parte de la cultura exótica de esa tierra.
Sin embargo, aunque empezó a ser conocido en esa época, aún tuvo que esperar hasta 1970 cuando Jon Kabat-Zinn lo popularizó como terapia clínica con objetivos terapéuticos.
Es entonces cuando el mindfulness empieza a despegar y abrirse paso entre todas las personas.
Los 6 mejores ejercicios y actividades de mindfulness para niños
El mindfulness está recomendado para comenzar en con niños de primaria pero ya verás que estos ejercicios son tan sencillos que podrás empezar incluso antes:
Conviértete en una rana
Un ejercicio muy típico del mindfulness es el de la rana. Como su propio nombre indica consiste en tomar la postura de la rana para meditar.
Dile a tu hijo que se imagine que es una rana y que tiene que concentrarse mucho para buscar moscas para comer. Mantener la postura y el silencio durante aproximadamente 5 minutos.
Si te interesa saber más sobre este ejercicio puedes encontrar este libro en Amazon que te hablará más extendido de este tema.
Frasco de la calma
Es otro ejercicio clásico del mindfulness. Pide a tu hijo que mantenga la atención en el frasco, viendo como se mueven los elementos del mismo.
Es recomendable que tengas música relajante de fondo. Nosotros te proponemos este, pero puedes utilizar el que prefieras:
Podrás encontrar fantásticos frascos de la calma en cualquier tienda con productos relacionados o comprar uno en Amazon:
O si lo prefieres puedes crear tu propio frasco de la calma haciendo una manualidad como explican en este vídeo:
Conviértete en un superhéroe
Un ejercicio que le gusta mucho a los niños es el de convertirse en un superhéroe.
Dile a tu hijo que se imagine que tiene el superpoder de la audición mágica y debe centrarse en oír todo lo que hay alrededor y que te vaya contando que oye.
¡Te sorprenderás!
Puedes realizar este ejercicio meditando con la postura de la rana o caminando por la calle.
Consigue un cuenco tibetano
Algo que ayuda mucho a relajarse es oír sonidos vibratorios en disminución. Los cuencos tibetanos son perfectos para esta actividad ya que son baratos y fáciles de utilizar, solo tienes que hacerlos vibrar.
Como antes, puedes comprar tus propios cuencos tibetanos en Amazon o escuchar este vídeo.
Mantener la mirada
Esta actividad les gusta mucho. Consiste en sentarse uno frente al otro y mirarse a los ojos en silencio. Al ser una actividad en parejas, fortalecerá los vínculos entre las personas que la realizan.
Pierde el primero que evite la mirada, se ria o hable.
El peluche de la respiración
Y por último, pero quizás lo más importante: la respiración.
La respiración es la base de casi todos los ejercicios de relajación y meditación.
Para los niños puede ser complicado centrarse sólo en respirar. Por ello Daniel Goleman inventó un método que le encanta a los niños.
Se basa en ponerse un peluche sobre la barriga y focalizar la atención en ver cómo sube y baja su peluche al respirar
Pruebe este ejercicio con sus hijos. Y no se preocupe si se queda dormido. Eso significa que se ha concentrado lo suficiente.
Ventajas del mindfulness para niños
El mindfulness es de gran utilidad para los niños, ya que les ayuda en su desarrollo. Entre las numerosas ventajas que proporciona nos encontramos:
Mitiga el estrés
El día a día de todas las personas puede resultar muy estresante. Y cuando digo todas las personas, también me refiero a los niños.
Todos deberíamos tomarnos al menos 5 minutos donde podamos centrarnos en nosotros mismos y prestar atención a nuestro entorno.
Los ejercicios de mindfulness ayudan a liberar la tensión que se acumula cada día en nuestros cuerpos y mentes.
Promueve la autogestión emocional
Saber gestionar las propias emociones es esencial para las relaciones sociales.
Los niños más pequeños no tienen control de sus emociones. O lo quieren todo o no quieren nada. Por eso lloran cuando no consiguen lo que quieren.
Cuanto antes aprendan a gestionar sus emociones, antes se convertirán en personas emocionalmente estables.
Mejora la técnica de respiración
Aunque lo hacemos de manera inconsciente y no le damos la importancia que se merece. La respiración es esencial para relajarnos.
No por nada, la respiración es la base de muchos de los ejercicios de mindfulness.
Y aunque existen muchas técnicas de respiración avanzadas están enfocadas al público adulto.
El ejercicio de respiración que te explicamos más adelante en el artículo es muy sencillo y fácil para los más pequeños.
Fomenta los estados de humor positivos.
Si uno está en paz consigo mismo y aprende a gestionar las emociones logrará un estado de satisfacción personal y, por consecuencia directa, un mejor humor.
Es muy importante para el desarrollo normal de los niños que estén de un buen humor ya que les mantiene motivados para aprender cosas nuevas.
Recomendaciones para practicar mindfulness con niños
No podemos empezar con los ejercicios sin tener en cuenta una serie de consideraciones previas.
Algunas de las recomendaciones básicas que te ofrecemos son:
Realiza los ejercicios con tu hijo
Te recomendamos que, sobre todo al inicio, realices los ejercicios junto a tu hijo.
Este momento con él te servirá para fortalecer vuestros vínculos y le ayudarás a comenzar en la práctica del mindfulness.
Empieza con ejercicios cortos
Para los más pequeños, puede ser complicado mantener la atención durante mucho tiempo en algunos de los ejercicios.
Por lo que le recomendamos que comience por ejercicios cortos, de 10 minutos como máximo.
Ya habrá tiempo para realizar ejercicios más largos y complejos.
No los obligues si no quieren
No fuerces a tus hijos a realizar las prácticas, si ese día no están interesados prueba otro día.
Los ejercicios que te planteamos nosotros tienen un carácter lúdico muy marcado, por ello preséntalos como juegos.
Mindfulness infantil: relaja su cuerpo y mente
Aunque hay estudios que equiparan sus ventajas con las del ejercicio físico, hay que tener en cuenta que el mindfulness no es una técnica todopoderosa.
Sin embargo, creemos que estos ejercicios ayudarán a tus hijos a centrarse en un mundo donde hay constantes estímulos del exterior.
Aprenderán a gestionar tanto el silencio como el ruido y a parar en una sociedad vertiginosa.
Ya tienes los mejores ejercicios de mindfulness para niños para trabajar con tus hijos. Hasta la próxima y ¡Qué el mindfulness te acompañe!